Ruta de Monumentos y Personajes Ilustres de Archena

Con esta ruta, se da a conocer a personajes y monumentos del S.XIX en Archena, así como de sucesos acaecidos en la localidad de suma importancia y relevancia para la villa y sus vecinos.   

Si visitas Archena también puedes admirar una serie de esculturas, monumentos y edificios emblemáticos, que cuentan la historia de la ciudad. 

Te dejamos una audioguía general para que aprecies cada parada de la ruta:

Haz clic en el play AHORA

 

Parada 1: ruta de Vicente Medina

Discurre en un tramo del paseo fluvial del río Segura, por el margen izquierdo de la ribera del río. Esta ruta como tal, tiene diez monolitos en piedra caliza, que recrean las mejores vistas de Archena, acompañados de poemas populares seleccionados del libro Aires Murcianos del gran escritor archenero Vicente Medina, poeta y dramaturgo, que supo transmitir en sus obras, la vida de los hombres y mujeres de la huerta. Adquirió fama muy pronto con su libro Aires Murcianos pero, la penuria económica lo llevó a emigrar a Argentina. Allí se centró en negocios ganaderos e inmobiliarios, quedando relegada su actividad literaria.

Más tarde, dos acontecimientos dramáticos le harían volver a sus publicaciones: el estallido de la primera guerra mundial y la muerte de su esposa.

En 1937, tristemente, Vicente Medina fallece en Rosario (Argentina). Nos deja un gran legado de su obra incluso alguna obra inédita expuesta en el Museo de Archena.

Aires Murcianos, su principal obra se convirtió en un trabajo de referencia del costumbrismo sentimental y de denuncia social, alabado por literatos como Azorín.

Desde aquí podrás ver el Cabezo del Tío Pío, monte en el que se asentaron las culturas más primitivas del Neolítico, de la Edad del bronce, Argárica e Ibérica, que ha sido la que más vestigios nos ha dejado, como el Vaso de los Guerreros, una de las piezas más representativas de la cerámica ibérica que aparece como reflejo de una época y de un estilo, el conocido como Elche-Archena, y se ha convertido en una de las piezas más visitadas en el Museo Arqueológico Nacional, despertando un gran interés.

Mira este modelo en 3D del Vaso de los Guerreros

Este vaso, pieza funeraria, no fue la única pieza encontrada pero sí la más famosa. En ella puedes ver reflejada la idiosincrasia de las gentes, ilustrándonos acerca de su sensibilidad estética y sus creencias, las costumbres sociales, la vestimenta y todo aquello que formó parte de su vida material y espiritual.

Vivía en Archena un señor llamado Enrique Salas, natural de Mallorca, pintor, escultor y aventurero, también arqueólogo aficionado. Y dicen de él, que fue el descubridor del Vaso de los Guerreros. Lo cierto es que Enrique se adueñó de esta reliquia y recorrió los museos más importantes para venderla llegando a París y Londres. Finalmente lo vendió al Centro de Estudios Históricos en 1910 por 3.500 pesetas.

Parada 2: Castillo de Don Mario

Este magnífico paisaje se ve aún más embellecido con esta vista al fondo del Castillo de Don Mario. Esta construcción con aspecto de fortaleza, de referencias historicistas, es un antiguo palomar, constituyendo hoy en día una de las señas de identidad más características de Archena.

Pertenecía a la familia Fontes, que lo donó a la persona que lleva hoy su nombre, Mario Espreáfico, hijo adoptivo de la villa, y que ejerció la medicina en Archena. Mario acudía presuroso a la llamada de cualquier vecino sin importarle la hora, el lugar, el clima o el medio de transporte, e incluso no solo no cobraba a sus enfermos, si no que en ocasiones les dejaba debajo de la almohada una ayuda económica que permitiera mejorar su alimentación.

Toda esa dedicación fue premiada por sus convecinos cuando en los años 20, un grupo de amigos y agradecidos pacientes, acordaron levantar con sus aportaciones un modesto sanatorio que se mantendría mediante cuotas mensuales. Las operaciones, tratamientos y asistencias eran siempre gratuitas cuando el enfermo no disponía de medios económicos.

Durante la contienda civil, don Mario fue nombrado cirujano del hospital militar que se estableció en Archena. Pero acabada la guerra, fue detenido, juzgado de una manera arbitraria y condenado a 30 años de prisión. Estuvo en varias prisiones y en todas siguió dando muestras de su generosidad, cuidando y repartiendo con sus compañeros la comida que le hacía llegar una familia rica de Mula.

Es el 12 de diciembre de 1930 cuando se le nombró hijo adoptivo de Archena, y en ese mismo pleno se acuerdó que el Ayuntamiento doblaría la aportación anual que venía realizando para el mantenimiento del sanatorio, de 500 a 1.000 pesetas y se decidió dar su nombre a la calle anteriormente llamada Calle del Esparto.

Parada 3: Puente de Hierro

Para cruzar el río, los vecinos y forasteros dependían de una barca y un muelle que a menudo y debido a las crecidas del río quedaban sin servicio sufriendo imponderables perjuicios por no poder pasar al otro lado así para el tráfico como para el correo y cultivo de las haciendas que en el otro lado tenían y los bañistas que acudían a tomar las aguas tampoco podían acceder, además la barca solamente daba servicio durante las horas del día, por la noche se clausuraba mediante un candado.

Es en 1860 cuando se inician las obras del primer puente pero cuando se estaba procediendo a su montura y colocación, se produjo una catástrofe, un accidente de construcción retrasó las obras. En el 1865 se inauguró finalmente el puente que pasó a ser conocido como “Puente de Madera”, su material predominante, aunque incorporaba ya algún elemento de hierro. La iniciativa para llevar a cabo el puente actual, llamado de hierro, es de 1933, pero sus trabajos se interrumpieron con la Guerra Civil, siendo finalmente inaugurado, con toda solemnidad, el 19 de noviembre de 1942.                         

Parada 4: Chimenea de Basilio

Durante la segunda mitad del siglo XIX, Archena fue dotada de nuevos servicios al tiempo que surgía una incipiente producción industrial. Entre otras innovaciones que llegaron a la localidad, se realizaron todas las carreteras que hoy conducen al pueblo, los primeros faroles del alumbrado público y las aceras en las calles principales. También se produjo un aumento en la agricultura que hizo posible un importante desarrollo de la industria conservera, ello fue debido a que ahora se disponía de los terrenos provenientes del proceso desamortizador y al uso de motores que permitían llevar el agua a las tierras de secano. Así, Archena llegó a tener una importante cantidad de fábricas, y al introducir en estas las calderas de vapor hicieron imprescindibles el uso de chimeneas para evacuar los humos que se generaban. La construcción de las chimeneas se construían desde dentro, y era un solo hombre, ayudado con ganchos metálicos en forma de horquilla, el que iba ascendiendo por las paredes que él mismo levantaba hasta alcanzar los 20 metros de altura.

En los años 70, la aparición del fuel-oil industrial, motivó que las chimeneas dejaran de ser necesarias. Todavía hoy se pueden contemplar 5 de estas chimeneas en el municipio de Archena, catalogadas todas como Patrimonio Histórico.

Parada 5: La Casa Grande

Es un Bien de Interés Cultural. Se construyó en el siglo XV ante la necesidad para la Orden de San Juan de tener un espacio de almacenamiento y administración de los diezmos, siendo la Orden el primer propietario de la Casa de la Tercia. Posteriormente, y tras la desamortización, la casa fue vendida a la familia de los Llamas y es en este siglo cuando la construcción se adaptará como vivienda y tendrá su momento de mayor esplendor.

A principios del S. XIX el edificio del Ayuntamiento que había sido creado para tal menester quedó reducido a cenizas por una gran explosión. Será la familia Llamas la que permita que se trasladen a Casa Grande las reuniones del Concejo y se ubicara allí el arca con las tres llaves donde se guardaban los pocos documentos que podrían haber quedado y los futuros que se irían archivando.

En 1836 la casa se divide por motivos de herencia. Por ello el Ayuntamiento pasa a arrendar otros edificios, hasta que se construye una casa de estilo moderno en la Calle Mayor la que será Ayuntamiento. El Ayuntamiento adquiere la Casa Grande, que por aquel entonces era propiedad del Barón de Bellpuig, D. Antonio de Bustos, hasta que de nuevo, a finales del s. XX, se hace una nueva remodelación y restauración y se traslada el Ayuntamiento, dejando el antiguo como Archivo Municipal.

Cuando se casaban vecinos de Archena que no contaban con ningún patrimonio, acudían a los hermanos Bustos y Ruiz de Arana que les cedían siempre un terreno para cultivar en concepto de aparcería. Con el tiempo podían acceder a la propiedad estipulando unas buenas condiciones de pago que no incluían intereses. El Barón de Bellpuig, fue el último en hacer estas escrituras respetando los precios estipulados 30 ó 40 años antes. Esta familia es, en buena parte, responsable de que la propiedad de la tierra esté en Archena tan repartida.

Parada 6: Colegio Miguel Medina (Escuelas Graduadas Miguel Medina)

Es actualmente el colegio más antiguo de Archena. Recién acabada su construcción estalló la Guerra Civil, y Archena fue elegida para ubicar una base y escuela de tanques y blindados del ejército republicano. El ejército decide ocupar esta escuela para la formación de soldados en conducción y tiro de tanques, así como para talleres de reparación y adiestramiento mecánico.

Don Miguel Medina Luna, padre del pintor Inocencio Medina y tío del poeta Vicente Medina, fue un maestro ejemplar.

Obtuvo la plaza a los 28 años y en 1858 fue premiado por sus méritos por la Dirección General de Instrucción Pública. Su popularidad llegó a otros pueblos teniendo alumnos de municipios de los alrededores.

Durante muchos años, dedicó los domingos a dar clases gratis a los jóvenes y adultos que no habían podido ir a la escuela; también ayudaba a muchos vecinos redactándole cartas, documentos y contratos. Organizaba a menudo obras de teatro con sus alumnos con las que recaudaba a veces fondos para obras benéficos. Así lo hizo, por ejemplo, para recoger ayudas para la riada de Santa Teresa en 1897 o para los soldados de la Guerra de África.      

Parada 7: Mural de Inocencio Medina

Con la técnica de pintura acrílica espesa con espátula que le da un carácter impresionista, Carlos Callizo, pintor de profesión, así como artista urbano de corazón y en sus ratos libres escultor y profesor de la facultad de Bellas Artes de Murcia, crea este magnífico mural, con motivo de la celebración del centenario de la muerte del pintor, ilustrador Inocencio Medina Vera, hijo del maestro Miguel Medina y primo segundo del poeta Vicente Medina.

Desde sus primeros años, manifestó gran interés por la pintura y con apenas 17 años marchó a Madrid para estudiar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Regresó a Archena en 1898 y, desde entonces desarrolló una gran actividad cultivando todos los géneros. Trabajó en las pinturas decorativas del teatro Romea de Murcia y del Palacio Consistorial de Cartagena, ilustró los poemarios de su primo Vicente Medina. En Madrid trabajó para la revista satírica Blanco y Negro y, animado por su primo el poeta, se trasladó una temporada a Argentina donde trabajó en números obras. Ganó la tercera medalla de la Exposición Nacional de pintura con su cuadro “A casa que llueve”, compitiendo con los más grandes de la época. Una muerte prematura, a los cuarenta y dos años interrumpió la prolífica obra de Inocencio del que se dice que podría haber llegado a ser el Sorolla Murciano.

mural

Ruta de los Murales

descarga

Ruta de Monumentos y Personajes Ilustres de Archena

ruta-de-los-miradores-del-ope-6

Ruta de los Miradores del Ope

3 CULTURAS

Ruta 3 Culturas